Atalaya de Tres Ríos
Cacao criollo orgánico de Ucayali, Perú

Esta noble masa de cacao criollo procedente del centro-este de Perú se caracteriza por sus matices gustativos individuales. A partir del cacao fino criollo, nació en la región de Ucayali la rara variedad Atalaya. Un cacao ceremonial único en su tipo y sólo cultivado en esta zona por expertos experimentados. Atalaya de Tres Rios impresiona con su potente pero suave sabor a chocolate con un gusto sorprendente. Ideal para sesiones y meditaciones en profundidad, así como para viajes personales de cacao.

Panta rhei – todo fluye. Esto se aplica a este cacao criollo y a su experiencia de sabor individual como ningún otro cacao. Así como no te bañas dos veces en el mismo río, experimentas Atalaya de Tres Ríos una y otra vez, incluso si es el "mismo" cacao. Este variado rendimiento se debe, por un lado, a la originalidad de la variedad criolla y, por otro, a la especificidad de la región productora, en particular a la excepcional ubicación fluvial de una superficie cultivada de sólo 100 hectáreas, rodeada de por tres ríos tropicales. Por eso no es de extrañar que este cacao ponga en marcha procesos internos y depósitos mentales: un cacao que te ayuda a afrontar tu mundo interior, iniciar procesos intensivos, liberar bloqueos y así alcanzar una conciencia clara.

Este cacao criollo proviene de la provincia de Atalaya en la región de Ucayali, en la zona fronteriza con la región de Junín en Perú. Ubicados entre las estribaciones orientales de los Andes y en el borde occidental de las tierras bajas del Amazonas, los tres ríos selváticos Tambo, Urubamba y Ucayali serpentean ampliamente a través del área. En una de las regiones más cálidas del Perú, el clima se caracteriza por una alta humedad y temperaturas cálidas. El ambiente fluido y venoso, las condiciones geográficas límite y las condiciones climáticas se encuentran con el milenario grano de cacao criollo. La variedad local Atalaya se desarrolló a lo largo de un proceso de largo plazo. A partir del fuerte criollo y gracias a las variaciones del entorno, se pudo desarrollar un sabor único, intenso y diverso; un sabor que viene con el efecto correspondiente. Con este cacao emprendes un viaje apasionante que te confronta con tu yo interior, quizás incluso con lo desconocido y oculto. Al final del viaje, puede surgir una conciencia más clara. Atalaya de Tres Ríos también es ideal para meditaciones profundas o sesiones de respiración de alta energía y ritmo de tambores.

Como todos los cacaos de Suyana, este también proviene de cultivo ecológico controlado directamente de una cooperativa de pequeños agricultores que consta de sólo tres empresas familiares. La plantación se abastece de agua limpia de su propio pozo. Esto asegura que las plantaciones reciban agua pura y no estén expuestas al "estrés hídrico". Las plantas de cacao están libres de plagas y pueden desarrollarse relajadamente y crecer con cuidado. La pequeña cooperativa tiene muchos años de experiencia en el cultivo y producción de cacao. El maestro Don Justo dedica toda su vida al cacao, logró crear el singular cacao fino Atalaya. Las cadenas de suministro cortas y transparentes, así como los controles periódicos de las materias primas por parte de laboratorios independientes, garantizan que nuestros clientes reciban cacao de la mejor calidad. Un cacao que es único desde el cultivo hasta la producción y el disfrute y al que le gusta mostrar nuevas facetas (de sí mismo y de ti) en las ceremonias. Atalaya Tres Rios - un cacao que nace entre tres ríos, hace que todo fluya y te hace fluir.

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